La personalidad de un ser humano está determinada en gran medida por el conjunto de creencias que ha adoptado como resultado de sus propias conclusiones en todas las dinámicas relacionales en las que ha participado en el transcurso de su vida. La gran mayoria de ellas suelen ser positivas y nos permiten salir adelante en cada uno de los retos que la vida nos plantea. Sin embargo todos necesitamos gestionar alguna o algunas creencias que nos limita o nos bloquea de alguna forma, impidiendo que podamos acceder a nuestro potencial interior, desarrollar nuestra mejor versión y definitivamente encontrar realización y felicidad.